Spaghetti Cacio e Pepe

El Cacio e Pepe (literalmente "queso y pimienta") es mucho más que una simple pasta; es un testimonio de la filosofía culinaria del ***cucina povera*** (cocina pobre) del Lacio y, en particular, de la región de Roma.

RECETAS TRADICIONALES

Alessandro

11/10/20253 min read

Un Poquito de Historia: La Simplicidad Pastoril

El Cacio e Pepe (literalmente "queso y pimienta") es mucho más que una simple pasta; es un testimonio de la filosofía culinaria del ***cucina povera*** (cocina pobre) del Lacio y, en particular, de la región de Roma.

Sus orígenes se remontan a los pastores trashumantes que pasaban semanas, o incluso meses, en los montes Abruzos y en la campiña romana cuidando de sus rebaños. Necesitaban llevar consigo alimentos que no se estropearan, que fueran fáciles de transportar y que proporcionaran energía:

* Cacio: Un queso de oveja duro y curado (el ancestro del actual Pecorino Romano).

* Pimienta negra: Un lujo especiado que, además de sabor, aportaba calor.

* Pasta seca: Un carbohidrato que aguantaba perfectamente el viaje.

Con estos tres ingredientes y un poco de agua caliente, podían preparar un plato reconfortante, nutritivo y sabroso en cualquier lugar. Con el tiempo, esta receta de supervivencia viajó desde las montañas hasta las calles de Roma, donde se refinó su técnica hasta convertirse en uno de los cuatro platos reyes de la pasta romana (junto a la Carbonara, la Amatriciana y la Gricia).

Su magia reside en la aparente simplicidad que esconde una técnica exigente: la capacidad de crear una salsa cremosa y sedosa solo con almidón, grasa del queso y agua.

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Receta Auténtica de la Pasta Cacio e Pepe

Esta es la receta tradicional. Parece sencilla, pero requiere atención para evitar que el queso se apelmace.

Dificultad: Media-Alta (la técnica es clave)

Tiempo total: 15 minutos

Ingredientes (para 2 personas)

* Pasta: 240g de spaghetti o tonnarelli (una pasta fresca similar a unos espaguetis cuadrados). La calidad de la pasta es fundamental.

* Queso Pecorino Romano: 120g, recién rallado muy fino (imprescindible para una salsa suave).

* Pimienta negra: 2 cucharaditas bien colmadas, recién molida en grano.

* Sal: Para el agua de la pasta.

¡Importante! No se usa aceite, mantequilla ni nata. La cremosidad sale de la emulsión del almidón, el agua de cocción y la grasa del queso.

Instrucciones Paso a Paso

1. Tuesta la pimienta: En una sartén grande (donde luego irá la pasta), tuesta la pimienta molida a fuego medio durante unos 30-60 segundos, moviendo constantemente hasta que esté fragante. ¡Cuidado de no quemarla! Retírala a un plato y reserva.

2. Prepara la "crema" de queso: En un bol mediano, mezcla el Pecorino Romano rallado con un par de cucharadas de agua fría. Debe formar una pasta espesa y homogénea. Esto ayuda a que se disuelva mejor después sin grumos.

3. Cuece la pasta:

* Lleva a ebullición una olla con agua abundante. Sálala generosamente (el agua debe saber a mar).

* Introduce la pasta y cuécela siguiendo el tiempo indicado para que quede "al dente".

* ¡Crucial! Justo antes de escurrirla, reserva al menos un vaso grande (250-300 ml) del agua de cocción, rica en almidón.

4. Crea la emulsión (la parte más importante):

* Vierte la pasta escurrida en la sartén grande (la que usaste para la pimienta, apagada y aún caliente).

* Añade la pimienta tostada y un cucharón grande (unos 100-150 ml) del agua de cocción reservada.

* Pon la sartén a fuego muy bajo y remueve con energía. Verás cómo el agua y el almidón empiezan a formar una especie de salsa blanquecina.

5. Incorpora el queso (fuera del fuego):

* Retira la sartén del fuego por completo. Deja que se temple ligeramente durante unos 20 segundos. Si está demasiado caliente, el queso se apelmazará.

* Añade la pasta de Pecorino que preparaste, poco a poco, removiendo y batiendo con energía (unos tenedores de madera son ideales) y añadiendo más agua de cocción si es necesario. La salsa se volverá mágicamente cremosa y sedosa, cubriendo perfectamente cada hebra de pasta.

6. "Spolvera" final (montado a baño María): Si la salsa no termina de cremar o se espesa demasiado, puedes usar un último truco: coloca la sartén sobre la olla con el agua de cocción aún caliente (pero sin que toque el fondo), a fuego apagado. Sigue removiendo enérgicamente hasta lograr la textura perfecta. Este paso da un resultado profesional.

7. Sirve al instante: Sirve inmediatamente en platos calientes, con un toque final de pimienta negra molida fresca por encima.

Consejos para el Éxito Total

* Queso rallado fino: Ralla el Pecorino tú mismo con un rallador fino. El queso pre-rallado no emulsiona igual.

* Temperatura controlada: El enemigo es el calor excesivo al añadir el queso. Siempre fuera del fuego.

* Remover con energía: Batir la pasta es esencial para incorporar aire y crear la emulsión.

* Agua de cocción: No seas tímido. Usa más de la que crees. Es el ingrediente secreto.

¡Disfruta de este viaje gastronómico a la Roma eterna! Buon appetito! 🧀✨